La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, localizada en el centro de la población, es el edificio más representativo de la villa.

Sus orígenes se remontan hasta el siglo XIII, cuando existía una iglesia primitiva más pequeña. Como testimonio de ello, aún se conservan una serie de canecillos románicos, visibles en la parte alta del exterior del ábside del templo.

La mayor parte de la actual edificación fue erigida entre los siglos XVI y XVIII, alternando diferentes estilos. El ábside y la esbelta torre datan del siglo XVI, en un estilo tardogótico, ejemplificado en las ventanas ojivales del ábside y presbiterio, en el caso de la primera decorada por laboriosas tracerías.

Por el contrario, tanto el lado norte como el sur son de estilo renacentista, temporalmente posterior. En la fachada meridional se encuentra la entrada principal, con dos pares de columnas, divididas en dos cuerpos de altura decreciente, y en cuyo centro se encuentra el vano de entrada compuesto por un arco de medio punto y coronado por una hornacina con la figura de la Asunción de Nuestra Señora.

Anexo al lado sur de la torre se erige un esbelto husillo, en cuyo interior acoge una escalera de caracol en estilo mallorquín, con un pasamanos exquisitamente tallado, que sirve de acceso a la parte alta de la torre.

Como curiosidades, la iglesia originariamente había sido diseñada para ser una Colegiata de mayor tamaño, con planta de salón, es decir, todas las naves de igual altura. Este hecho se puede atestiguar visualmente contemplando en la parte trasera de la torre los arranques de los nervios sobre los que se apoyarían las bóvedas de estilo gótico que se erigirían sobre las naves. Otro punto que llama la atención a los visitantes son las manchas oscuras de carbonilla que salpican las fachadas de la iglesia y servían para impedir la práctica del juego de la pelota en ese lugar. En la próxima reforma, que se efectuará en el año 2026, está previsto eliminar estos elementos.